Se revolucionó Ezeiza. La espera a los campeones del mundo potenció la ansiedad de familiares y amigos que llegaron los pasillos del Aeropuerto. Pasadas las 20 horas, asomaron los primeros jugadores y la algarabía fue moneda corriente. Todos ellos con la medalla de oro colgada en el pecho, empezaron a desfilar ante el aplauso generalizado, los flashes y una emoción impresionante. Una importante cantidad de medios de comunicación también se hicieron presentes para registrar la llegada del equipo que por primera vez le dio un título del mundo a la Argentina en el vóley. Los familiares y amigos irrumpieron en abrazos inolvidables que olvidaron cualquier rostro de cansancio después del largo viaje de vuelta desde Egipto. Este lunes continuarán los reconocimientos para el equipo Sub 23 con un agasajo en Club de Amigos al mediodía y posterior atención a la prensa. Fuente: Somos Vóley